"Patrimonio inmaterial de la humanidad", así se ha decidido esta misma mañana en la cumbre de París donde se ha reunido la UNESCO.
Una gran recompensa para un gran trabajo, el de una tradición cordobesa que ha sabido perdurar en el tiempo.
Fue en el año 1918 cuando el ayuntamiento de la ciudad de Córdoba organiza el primer concurso de patios y cruces, y en 1933 cuando una comisión del ayuntamiento acordó un proyecto para el concurso de la fiesta de los patios con 1.500 pesetas en concepto de premios y la celebración de un concierto en el patio ganador del primer premio por parte del Real Centro Filarmónico Eduardo Lucena. Nace así una tradición que continúa hoy en nuestros días gracias al trabajo y generosidad de muchos cordobeses que abren sus casas a todos los visitantes.
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